El mes de mayo, en
Venezuela, suele ser la época del año
donde comienza a realizarse las primeras comuniones dentro de la religión
católica. Este año la recibió mi ahijada
y estuve más que feliz que su mamá confiara y dejara en mis manos los recuerdos
de tan especial fecha. Le había hecho
los de “Gracias por venir a conocerme”, hace 9 años atrás, no podía menos que
obsequiarle el trabajo de esta ocasión.
Escogí unas imágenes
encontradas por Internet alusivas a la fecha y que por suerte traían varios
motivos combinables entre sí. Con la imagen en mente empecé a buscar los
colores más representativos y di con el rosa viejo que me parece tan elegante,
de ahí el resto fue hacer pruebas, diagramar, imprimir, coser y cantar como dicen.
Los recuerdos principales
eran unos galleteros llenos de dulces.
Los recuerdos para los
co-celebrantes eran paquetes de chocolates.
El recuerdo especial para la
Primo- comulgante y su hermano, unas botellas de agua bendita.
El recordatorio para la
familia, una tarjeta desplegable.
Y para atesorar los buenos
deseos de los participantes de ese importante día, le preparé un guest book.